Durante la mañana del sábado 12 de junio, un operativo policial destruyó unas siete construcciones precarias nuevas que habían levantado 24 familias que decidieron recuperar un predio abandonado en el Barrio Copello, de Capitán Bermúdez (Gran Rosario) Desde el 10 de mayo las familias ocuparon las tierras ante la necesidad de vivienda. El hostigamiento policial y las amenazas de desalojo es permanente y la fiscal Melisa Serena mantiene procesadas por » usurpación» a 24 mujeres. (Por ANRed.)

Durante la mañana del sábado 12 de junio un operativo policial ordenado por el fiscal de turno de la ciudad de San Lorenzo, Aquiles Balbis, alegando flagrancia, destruyó unas siete construcciones que habían decidido realizar unas 24 familias en la recuperación de tierras del Barrio Copello.

Desde el 10 de mayo ante la necesidad de vivienda, vecinos y vecinas del Barrio Copelo, ocuparon tierras abandonadas. «Somos del barrio y vivíamos hacinados, de prestado, o sin lugar para vivir ante la imposibilidad de mantener un alquiler, por eso ocupamos estas tierras, somos trabajadores pero ninguno tiene un salario efectivo, changueamos para poder darle de comer a nuestros hijos. La necesidad nos trajo hasta acá. Con donaciones hacemos olla para la toma y también para el resto del barrio», manifestó una vecina en una entrevista para Radio Che Guevara. Y agregó  «esto era un basural, lo hemos limpiado nosotros, en medio de la pandemia, no tenemos acceso al agua, acá hay ratones, víboras. Estamos con nuestros hijos, pasando las inclemencias del frío y las lluvias y desarrollo social solo se ha acercado para amenazarnos con quitarnos a nuestros niños».

 

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Desde el municipio a cargo del intendente Daniel Cinalli, expresaron que esas tierras han sido cedidas para la construcción de una escuela y allí funcionó un vivero municipal, que hace 20 años se encuentra abandonado. Otra de las vecinas comentó «sabemos que esas tierras fueron cedidas en 1987 para una escuela, la plata estuvo y aquí no hay escuela, hay basurales. En una de las oportunidades de encuentro con el intendente, no solo no nos dio respuestas, sino que nos trató de delincuentes.»

En diálogo con ANRed, el abogado y militante en Derechos Humanos, Norberto Olivares, contó el procedimiento de está mañana: «un operativo policial entre 50 y 60 efectivos preparados para reprimir, con orden del fiscal Aquiles Balbis, aludiendo flagrancia levanto las nuevas construcciones precarias, que se habían decidido en asamblea de vecinos para mejorar en lo posible la situación de algunas familias. Se llevaron palos, lonas, chapas que la gente había puesto. Los hostigamientos policiales no son nuevos, desde el inicio de la ocupación, hay patrulleros apostados y muchas veces no dejan pasar colchones, comida, maderas, y aún más no dejan ingresar a los hombres. En consecuencia son las mujeres con sus hijos que se encuentran resistiendo adentro del predio. Barrio Copelo es histórico, por el abandono del Estado en todos los aspectos. Estamos en el cordón industrial, la ruta del cereal, donde se van millones, pero para los trabajadores es el camino del hambre y la desocupación»

 

 

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