El pasado 5 de septiembre se firmó en el Ministerio del Interior de la Nación un convenio con la empresa israelí Mekorot, que es la que administra y roba el agua en territorio Palestino (ocupado desde 1948 por el ente sionista – israel). El Ministro del interior Eduardo de Pedro, ha señalado que necesitamos “cambios en el país para diversificar nuestra matriz productiva”. Esa expresión es un eufemismo que implica que se desea el desarrollo de la megaminería y el fracking.

Por su parte, el miércoles 7 de septiembre, se firmó el convenio entre Mendoza y Mekorot, a cargo de un representante de esa empresa, el gobernador (el radical Rodolfo Suárez) y DGI (Departamento General de Irrigación). Esto ha generado indignación y recelos entre las Asambleas y organizaciones ambientales, ya que se trata del recurso hídrico tan valioso para la provincia cuyana.

Desde la Radio Popular Che Guevara entrevistamos al historiador Rubén Kotler:

Mekorot ya administra el recurso hídrico de Mendoza y San Juan. De la mano del progresismo argentino entregamos un recurso indispensable para la vida a una empresa que practica el apartheid en Palestina.


Mekorot y el saqueo a los palestinos.

La empresa estatal de agua Mekorot es responsable de implementar el «apartheid del agua» contra el pueblo palestino, incluido el crimen internacional de saqueo de los recursos naturales en los Territorios Ocupados, la discriminación contra el pueblo palestino como grupo étnico y de ser un apoyo vital al proceso de colonización ilegal. En 2005, Mekorot estableció un brazo comercial para iniciar su expansión internacional. Obtuvo varios contratos lucrativos en países como Estados Unidos, Chipre, Argentina, India y Uganda. En Grecia, Mekorot prevé participar en el proceso de privatización del gobierno. También ha firmado acuerdos de cooperación en Brasil, Portugal e Italia.

Seis razones para boicotear Mekorot

1. Mekorot opera un sistema de apartheid del agua: ha sido responsable de violaciones y discriminación en el derecho al agua desde la década de 1950, cuando se construyó la red nacional de agua de Israel, que está desviando el río Jordán en Cisjordania para servir a las comunidades israelíes. Al mismo tiempo, se priva a las comunidades palestinas del derecho de acceso al agua.

El consumo en los territorios palestinos ocupados es de unos 70 litros de agua por persona – muy por debajo de los 100 litros per cápita diarios recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS ) – , mientras que el consumo per cápita diario israelí de unos 300 litros, cuatro veces mayor .

Mekorot se niega a abastecer de agua a las comunidades palestinas dentro de Israel, a pesar del fallo de un tribunal superior israelí que ha reconocido su derecho al agua.

2. Mekorot es un apoyo vital para la colonización ilegal: el apoyo de Mekorot a la ocupación colonial ha sido continuo desde la ocupación de Cisjordania, Gaza y los Altos del Golán en 1967. La compañía monopolizó el control sobre las fuentes de agua en los Territorios Ocupados, implementando políticas que refuerzan los asentamientos israelíes, a expensas de las comunidades palestinas.

El informe de la misión internacional independiente de investigación sobre las repercusiones de los asentamientos israelíes en los derechos del pueblo palestino de Naciones Unidas, así como el último informe sobre los asentamientos del Secretario General de Naciones Unidas, han denunciado el papel de Mekorot en la expansión de los asentamientos.

Cualquier cooperación con Mekorot beneficia o contribuye a la creación de asentamientos ilegales de forma automática. La empresa pública de agua holandesa Vitens ha declarado: «Tanto el conocimiento acerca de la extracción de agua como los beneficios que se pueden lograr con las redes inteligentes, puede separarse de lo que la ONU escribe sobre la política de Mekorot  con respecto a los territorios palestinos y los asentamientos».

 3. Mekorot participa en el delito internacional de saqueo de los recursos naturales y la destrucción gratuita de la infraestructura de agua.

Mekorot opera unos 42 pozos en Cisjordania, especialmente en la región del valle del Jordán, que suministra esencialmente los asentamientos israelíes.

Mekorot trabaja en estrecha colaboración con el ejército israelí en la confiscación de tuberías de riego a los agricultores palestinos y la destrucción de las fuentes de agua que abastecen a las comunidades palestinas. Sólo en 2012, el ejército israelí demolió 60 infraestructuras de agua y saneamiento que pertenecian a los palestinos .

4. Mekorot niega el derecho humano al agua a los palestinos como un instrumento de la política israelí de desplazamiento de personas.

En verano, Mekorot, escoltada por el ejército, cierra las tuberías en las comunidades palestinas en Cisjordania, dejándolas sin agua.

Mekorot es uno de los principales socios del plan «Blueprint Negev» del Fondo Nacional Judío, que expulsará a 40.000 beduinos palestinos ​​de sus hogares, a pesar de ser ciudadanos de Israel, desplazados a reservas para que sus tierras sean utilizadas para asentamientos judíos en el Negev.

5 .Mekerot exporta su “apartheid del agua” en beneficio de la privatización del agua.

El sindicato ATE del sector público en Argentina ha declarado durante su campaña que «si el contrato se adjudica a Mekorot, el agua se clasificará como un lujo y no como un recurso vital que es un derecho social y, por otro, los derechos humanos serán violados, premiando a una empresa que apoya el genocidio palestino» .

6. La supuesta competencia de Mekorot en materia de agua es una mera operación de imagen: la construcción de mitos sobre el agua tienen por objeto reforzar la imagen de Israel en el extranjero. Contrariamente a lo que afirma la empresa, Israel no ha hecho «florecer» el desierto. La región de la Palestina histórica es rica en agua y los palestinos tienen una tradición agrícola de varios siglos. Israel explota este mito para justificar el desvío de las aguas del río Jordán, transformando el histórico río en un pozo de aguas negras, y para justificar su agresión contra los países vecinos. La realidad es que Israel despilfarra el agua. Sus ciudadanos consumen el doble de agua que la media europea y su agricultura es ambientalmente insostenible, con unos agricultores subsidiados por el gobierno que cultivan con un alto consumo de agua.

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