Escrito por El Zumbido para la Red Nacional de Medios Alternativos

Se trata del represor Sergio Palominos, quien participaba del violento desalojo a lxs trabajadorxs que resistían los despidos de la empresa MAM en 2017. El episodio, ordenado por el gobierno para beneficiar al empresario Adrán Bergese a través de su aparato judicial, se desató durante el fin de semana largo de diciembre de ese año y, entre heridas y detenciones, le destrozaron el tobillo al obrero de Zanón –en ese entonces diputado provincial-, como pudo probarse en esta instancia, con saña e intención de “sacarlo de circulación unos meses”. Por unanimidad, Palominos fue declarado culpable.

El juicio viene realizándose desde la semana pasada con los jueces Mauricio Zabala, Fernando Zvilling y Gustavo Ravizzoli a cargo del tribunal. Inició cuatro años después de la brutal represión desatada luego de que la jueza Ana Malvido junto al fiscal Pablo Vignarolli firmaran una orden de desalojo para lxs trabajadorxs que resistían los despidos de la maderera MAM cuando llevaban cinco meses de conflicto. Eligieron para hacerlo un fin de semana largo y el ya habitual horario de madrugada: llegaron al acampe a las 6 de la mañana de un feriado con 100 represores y se llevaron a cinco trabajadorxs detenidxs, mientras violentaban al resto en el lugar.

Entre los represores estaba el policía Sergio Palomino y entre lxs manifestantxs, el obrero de Zanón y en ese entonces diputado provincial por el PTS-FIT Raúl Godoy, que venía acompañando las acciones de lxs trabajadorxs y también desde el recinto legislativo, donde había presentado ya varios proyectos por las reincorporaciones. En esa instancia, y como se pudo probar no solo con los testimonios de quienes estuvieron presentes al momento de la represión sino también con los de dos peritos especialistas, Palomino le disparó a Godoy por la espalda y desde una distancia menor a tres metros habiendo prácticamente terminado el operativo, pues lxs trabadorxs ya habían sido desalojadxs y ya se habían llevado a lxs detenidxs, por lo que desde la querella aseguraron que el ataque fue absolutamente dirigido, con una intencionalidad y habiendo quedado en evidencia también que el ceramista había sido perseguido durante toda la situación por un filmador.

Cuando Godoy llegó al acampe que estaba siendo violentamente desalojado se presentó como diputado provincial exigiendo saber quién era el jefe del operativo. Casi 40 minutos más tarde, mientras ayudaba a retirarse a compañerxs del lugar, Palomino apareció y emitió 7 disparos seguidos, de los cuales el último impactó en su tobillo provocándole una fractura de peroné. Todos los disparos estaban siendo al aire, excepto esos, direccionados. Antes de las detonaciones, el escopetero dijo a vos te vamos a sacar de servicio”.

Tanto la querella como la fiscalía acusaron a Palominos por lo mismo: lesiones graves, agravadas por haber sido cometido por un funcionario policial en abuso de sus funciones, por alevosía y por el uso de arma de fuego. Sin embargo, lxs acusadorxs insistieron con que lo que se venía a exponer en esa instancia, más allá del episodio en sí, es el derecho a la protesta y los abusos policiales, teniendo en cuenta que Godoy fue atacado siendo diputado, siendo un reconocido militante, a plena luz del día y frente a cámaras, con cierto acceso (aunque con miles de trabas y dilaciones) a la justicia, mientras afuera del recinto entre el masivo acompañamiento que recibió se escucharon los nombres de los pibes que asesinó el aparato represivo provincial en la región.

Este mediodía, los jueces declararon la culpabilidad de Palomino por haber abusado de su función represiva con arma de fuego, aunque desestimaron el agravante de alevosía.

Tras la audiencia, Raúl Godoy dijo a El Zumbido: “esto es por Matías Casas, por Cristian Ibazeta, por Carlos Fuentealba, por Teresa Rodríguez, por Daniel Solano y por toda la gente que acá no puede llegar”. Explicó que “nosotros tenemos una organización, yo pertenezco a fábricas recuperadas en las cuales tenemos una confraternización y una forma de actuar en conjunto que me permitió poder llegar hasta acá hoy, poder contratar un perito de parte, poder tener asesoramiento legal con compañeros militantes que se pusieron con todo”, en relación a casos que, por no contar con los recursos para acceder a la justicia burguesa en esas condiciones, quedaron impunes o no recibieron las calificaciones que corresponderían, validando permanentemente el accionar violento y asesino de la fuerza.

“Es un paso adelante enorme conseguido con mucha lucha después de 4 años de impunidad”, refirió el ceramista: “uno lo que se queda pensando es la cantidad de pibes y pibas que no pueden llegar acá porque los matan en el camino, porque no tienen recursos para hacerlo”. Destacó el “desfile de policías que pasaron a mentir, de funcionarios judiciales en funciones que  manejan policías, que manejan gente con armas y que vinieron a mentir descaradamente” y que “todo eso se cae por tierra”.

“Este fallo de hoy va dedicado a todos los pibes y pibas que no puden llegar acá, porque no tienen los recursos para hacerlo, nos proponemos seguir luchando contra eso, porque esto no es la justicia, esto es una institución que mantiene la impunidad y hay que luchar contra ella”, finalizó: “esto fue producto de la lucha y de la organización”.

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